LAS TIC EN EDUCACIÓN INICIAL.

Según César Coll, la incorporación de las TIC en la educación tiene vínculo con el rol que  de estas tecnologías en la sociedad de la información siendo  un nuevo escenario  social, económico, político y cultural da las sociedades de la información estando estrechamente vinculadas y facilitadas de alguna manera, por la incorporacion

 de las TIC. En este contexto la educación se convierte en el motor fundamental del desarrollo económico y social.

El propósito de construir una economía basada en el conocimiento puesto como objetivo el aprendizaje, tanto en lo individual, como en lo social, las TIC se presentan como un incentivo para promover el aprendizaje, debido a que estas tecnologías  hacen posible, mediante la eliminación  de obstáculos espaciales y temporales, haciendo que más individuos puedan acceder  a la formación y a la educación. No obstante, permite nuevos e innovadores recursos y posibilidades educativas.

Edith Litwin explica como las tecnologías educativas desde su implementación en la década de 1950 sustituyo los debates didácticos e intentó e intento dar respuestas a la problemática de la enseñanza. Tanto la didáctica como la tecnología  se ocupan de las prácticas en el aula, pero los trabajos de la tecnología les corresponden entender la incorporación de medios y materiales.

La década de 1990 permitió conocer múltiples trabajos con nuevas tecnologías. Estos estudios al igual que la didáctica comenzaron a mostrar como como el campo de las tecnologías recibía derivaciones de estudios lingüísticos, culturales y cognitivos. Es así como se entiende que el campo de la didáctica tecnológica se conforma como un cuerpo de conocimiento referido  a las prácticas de enseñanza con fines que le dan un cierto sentido a dicha práctica.

Cesar Coll plantea que en estudios tanto internacional, como nacional coincide en destacar dos hechos que aparecen de forma extendida. El primero tiene que ver  con el uso restringido  que profesores y alumnos  hacen con las TIC que tienen a disposición. Y un segundo sentido, con la limitada capacidad que parece tener estas tecnologías  para impulsar procesos innovados para mejorar las prácticas educativas.